A principios del siglo XIX, en la escocesa isla de Lewis, se encontraron, al parecer cubiertos por una espesa capa de arena, un conjunto de 78 piezas de ajedrez talladas en colmillo de morsa. Se supone que estas piezas debieron haberse tallado en Noruega en el siglo XII. La indudable belleza de las piezas, su excelente estado de conservación y su antigüedad hacen de este conjunto una verdadera obra de arte. La mayoría de estas piezas se conservan actualmente en el museo británico, y una parte menor en el museo de Escocia, en Edimburgo. Este pequeño libro editado por el British Museum explica detalladamente las diferentes teorías sobre su descubrimiento y describe cada una de las piezas incluyendo excelentes fotografías en color. La gran popularidad de esta colección de piezas de ajedrez de la isla de Lewis ha propiciado que se hayan realizado copias de las mismas en resina y se vendan a precios asequibles.