Es un curioso librito que dedica una tercera parte de sus páginas a cuentos y leyendas africanas relacionadas con el juego de Ngola (nombre con el que el autor, de origen congoleño, designa los juegos de mancala) y casi otra tercera parte a sugerir aspectos filosóficos y éticos subyacentes al juego, como son la solidaridad, la equidad, la honestidad, la soledad o el vacío. Siempre bajo este enfoque, el autor explica un conjunto de reglas que constituyen el cuerpo básico para juegos mancala como el awalé, aunque también habla de juegos de 4 filas, pero sin entrar en muchos detalles. Se habla de tableros tipo «sahel» para referirse a los de 2 filas, y tipo «austral» para referirse a los de 4 filas. En un momento dado el autor escribe: «Es preciso saber sembrar cariño para poder recolectar amor; el objetivo del juego no es ganar a toda costa; poco importa el resultado si uno ha sabido dar todo de sí mismo durante el juego».