Gala, también denominado «ajedrez del granjero«, es un juego cuya práctica, hoy día desaparecida, se restringía básicamente a la región alemana de Schleswig-Holstein, fronteriza con Dinamarca donde, según explica R.C.Bell en su libro «Discovering old board games«, aun se pueden encontrar algunos viejos tableros en remotas granjas de la región. La antigüedad de este juego no ha sido establecida con solidez, aunque algunos apuntan a un origen medieval, no demostrado. Probablemente esa variedad del ajedrez sea más reciente, tal vez de finales del siglo XVIII o principios del XIX.
Gala se juega entre dos jugadores sobre un damero de 10×10 casillas, similar al de las damas internacionales. Cada jugador tiene ocho peones (Kampas), cinco torres (Kornas), cinco alfiles (Horsas) y dos reyes (Galas), que se colocan en un orden determinado ocupando las dos esquinas del lado del tablero que corresponde a cada jugador. El tablero tiene diferenciada una cruz en el centro de dos casillas de ancho y todo el tablero de largo, dejando en las esquinas cuatro cuarteles de 16 casillas cada uno. Las líneas que diferencian la cruz de los cuarteles laterales se denominan líneas de deflexión, y tienen la propiedad de que una ficha que atraviesa una de estas líneas cambia la forma de moverse. Esta configuración da a este juego un aspecto original y diferente de cualquier otra variante del ajedrez.
Las fichas son todas iguales en su forma (por ejemplo como el peón del ajedrez) salvo los reyes que son de la misma forma pero con un tamaño ligeramente mayor. Un jugador con fichas de color negro y el otro blanco. Las diferentes clases de fichas (kampas, kornas y horsas) se diferenciaban solamente por el color de la cabeza sobre el color base blanco o negro, siendo este de color verde en las kornas y de color rojo en los horsas. Los reyes, además de ser un poco más grandes, tenían la cabeza pintada de color dorado.
Para la construcción de este juego se optó por hacerlo todo en marquetería, a base de cortar, con ayuda de una cizalla, 100 cuadrados en cuatro diferentes tipos de chapas de madera para marquetería: abedul y amaranto para los cuarteles externos, y mansonia y roble para la cruz central. Se partió de un tablero de madera DM de 1 cm de espesor sobre el que dibujó la cuadrícula de 10 x 10 casillas, y luego se fueron pegando con cola blanca los cuadrados cortados anteriormente en el orden y la secuencia necesaria. Dada la gran cantidad de cuadrados a pegar se consideró mejor opción la cola blanca que la cola de contacto, ya que la primera permite ajustes y pequeños movimientos mientras que la segunda exige dejar la pieza a pegar en el lugar exacto desde el primer momento, impidiendo pequeños ajustes.
Entre la cruz y los cuarteles externos se dejó una fina separación de 3 mm de ancho para pegar unas tiras de madera de haya que hacen la separación entre ambos espacios, la cruz y los cuarteles exteriores. La banda perimetral externa del damero se cubrió con una cinta de tela de saco y una greca decorativa de 9 mm de ancho, y se enmarcó con un listón rectangular de 15×15 mm. Una vez terminado todo el encolado se procedió a lijar a mano con grano fino para igualar la superficie y se terminó con dos capas de barniz de poliuretano.
Para las fichas se utilizaron peones de madera natural comprados en aliexpress, la mitad de los cuales se pintaron de negro y la otra mitad de blanco. Finalmente se pintó la cabeza de cada peón según los colores establecidos: verde, rojo y dorado. Los kampas se quedan en su color base (blanco o negro) y no llevan ningún color adicional en la cabeza.