El conocido escritor y consultor dedicado al desarrollo del pensamiento creativo, Edward de Bono, diseñó un juego que reunía tres condiciones: a) que tenga un mínimo número de piezas, que se pueda explicar en menos de un minuto y que no tenga una solución fácilmente predecible. Y así surgió el juego de la L.
El juego es interesante y de hecho es fácil de reproducir cortando unas pocas piezas de cartón y dibujando el tablero en una hoja de papel. Aquí hemos fabricado el juego, para que resulte duradero, con madera utilizando como base un cuadrado de 20×20 recortado de un tablero de madera DM de 1 cm de espesor. Sobre el tablero se trazaron con rotulador las líneas perpendiculares necesarias para formar una cuadrícula de 16 casillas de 4,5 cm de lado cada una. Posteriormente, utilizando un listón rectangular de 10×15 mm, se pegó un marco perimetral, y se aplicó una capa de tapaporos para protegerlo de la suciedad, con lo que el tablero quedó terminado.
Para fabricar las piezas de juego se aprovechó una caja de las que se regalan en Navidad con botellas de vino, que están normalmente construidas con tablas de madera de pino de unos 5 mm de espesor. Se sacaron tiras de 4 cm de ancho y se lijaron para alisarlas e igualarlas. Con la sierra ingletadora se cortaron las dos piezas cuadradas de 4×4 cm y se pintaron de amarillo con pintura acrílica. Para formar las otras dos piezas, en forma de L, ya que las tablas extraídas de la caja de vinos no tenían 8 cm de ancho para poder recortar la L de una sola pieza, se decidió cortar con la ingletadora dos piezas de 4×4 cm y dos piezas de 4 x12 mm. y pegar una de cada, con cola blanca, para formar la L. Después se lijaron para eliminar restos de la unión y se pintó, una en azul y otra en rojo, con dos capas de pintura acrílica.