Este juego se practica en algunas aldeas en Tibet y Nepal. Pertenece a la familia de juegos de caza, asimétricos, en donde cada jugador dispone de un número diferente de piezas, movimientos diferentes de cada jugador y un objetivo distinto para cada uno. Se conocen con diversos nombres como por ejemplo «vacas y leopardos«, en donde dos leopardos se enfrentan a 24 vacas, «bagh chal» con cuatro tigres enfrentados a 20 cabras, «los soldados y el general» enfrentando a un general contra 16 soldados, «el zorro y las ocas» que enfrenta a un zorro contra 13 ocas, el «asalto» con dos oficiales contra 24 soldados, «len choa» con un tigre frente a seis cazadores, «pulijudam» o juego del tigre donde tres tigres se enfrentan a 15 corderos, «koti sellama» con tres tigres frente a 15 perros de caza, «rimau-rimau» con dos tigres enfrentados a 24 hombres o 22 hombres según la versión, «diviyan keliya» con dos leopardos frente a 24 reses, «bagh guti» con dos tigres frente a 20 cabras, y algunos más.
Todos ellos se juegan sobre tableros de variadas formas pero que comparten la base de diseño del alquerque, como centro, que luego puede extenderse, duplicarse o añadirse triángulos laterales. De esta regla general se escapan «len choa» y «pulijudam» que adoptan una forma de cuadrícula con envolvente triangular.
Diseño del tablero para Pulijudam
Diseño del juego del alquerque
Diseño para varios juegos, con la estructura de alquerque en el centro
Salvo el tradicional juego medieval «el zorro y las ocas» y el más reciente juego del «asalto«, de origen europeo y que se juega sobre un diseño en forma de cruz, todos los demás son juegos característicos del oriente: India, Sri-Lanka, Malasia, Tailandia, Tibet, Nepal o China.
El mismo tipo de tablero, con el diseño de alquerque en el centro y las extensiones triangulares en los lados, se utiliza también para otros juegos de tipo simétrico, en donde cada jugador tiene el mismo número de piezas, los mismos movimientos y el mismo objetivo para ganar el juego. Por ejemplo «peralikatuma«, juego tradicional de Sri-Lanka y sur de la India, donde se enfrentan dos grupos de 23 fichas y se realizan capturas mediante salto corto, «16 soldados» que enfrenta a 16 piezas negras con 16 piezas blancas, «kotu ellima«, con 24 fichas por jugador, o «putt’han» tradicional de Mongolia, también con 16 fichas por jugador.
Tablero para El Zorro y las Ocas
Tablero grande para Jabu Jianzi con estructura de alquerque (x4) y cuatro extensiones laterales
En resumen, este tipo de tableros, utilizados indistintamente para juegos simétricos y asimétricos, son típicos de India, Sri-Lanka, Asia central y lejano Oriente, y se juegan básicamente, o bien de forma similar al «zorro y las ocas» o bien similar al «alquerque«, ambos juegos medievales que ya aparecen descritos en el Libro de los Juegos de Alfonso X el Sabio, del año 1283.
El juego tibetano denominado Jabu Jianzi (o juego del tigre) se juega sobre tableros de diferentes tamaños siendo el más grande el que hemos realizado aquí para nuestra colección de juegos artesanales de fabricación propia. Un jugador dispone de cuatro tigres y el otro cuenta con un conjunto de 64 hombres que se enfrentan a los tigres. Al inicio del juego una parte de los hombres se disponen sobre el tablero de una forma determinada y el resto se van colocando por turno en las siguientes jugadas. Este juego en concreto no aparece descrito en ninguno de los usuales libros de consulta sobre juegos de mesa históricos. Tanto el diseño del tablero como la manera de jugar se han extraído del capítulo titulado juegos y deportes, del libro «Tibetan Folktales».
Frecuentemente este tipo de tableros, en India y Sri-Lanka, se elaboran en tela bordando con hilo de color las líneas que dibujan la configuración del tablero, aunque también se pueden encontrar de madera u otros materiales. Aquí se ha realizado el tablero marcándolo sobre una pieza grande de piel, dibujando primero con lápiz las líneas y luego utilizando un pirograbador para que se queden bien grabadas de forma permanente. Una vez terminadas estas tareas la piel se ha fijado con tachuelas decoradas a un marco de madera para mantener estirado el tablero y que se pueda jugar sobre él. Para resaltar la visibilidad de las líneas sobre el fondo oscuro de la piel se pintaron las líneas con pintura acrílica de color dorado, utilizando un pincel fino.