La «partida inmortal» fue una legendaria partida de ajedrez que tuvo lugar el 21 de junio de 1851 en Londres, resultado de un encuentro informal entre dos matemáticos y famosos jugadores de la época, Adolf Anderssen (blancas) y Lionel Kieseritzky (negras), y es recordada como una verdadera muestra del ajedrez clásico del siglo XIX, por los sacrificios de piezas que realizó el maestro alemán (primero las dos torres y luego la dama). El autor de este brillante libro, David Shenk, desarrolla una buena parte de su contenido de un modo ingenioso y ameno, avanzando en paralelo la descripción de los movimientos de la famosa partida con la narración histórica que rodea la aparición y difusión del juego del ajedrez por el mundo, incluyendo interesantes y curiosas anécdotas.